El proyecto arquitectónico consistió la adaptación de un programa de vivienda unifamiliar distribuido en dos plantas con una parcela libre de 180 m2.
Los espacios interiores con uso de día, como son el salón, el comedor y la cocina se ubicaron en planta baja vinculándose a ellos el espacio exterior bajo porche, ampliando el uso de estas zonas en los períodos de buena climatología, puesto que la vivienda se encuentra situada frente a las olas del mar Mediterráneo.
En la planta superior de la vivienda se disponen los usos de noche habitaciones y servicios, con zonas exteriores de terraza para disfrutar de las vistas y del sol.
La zona exterior de la parcela dispone de una piscina integrada en el conjunto, barbacoa, porches y zonas de esparcimiento descubiertas.
El objetivo de la morfología y acabados de la vivienda no es sólo potenciar el paso del aire y la iluminación natural, a través de espacios abiertos al exterior, sino también favorecer su aislamiento térmico con un concepto de vivienda compacta, para ello nada mejor que un acabado en blanco y azul para su revestimiento exterior.