La realización de esta edificación complementa el espacio de vinificación de la Bodega Chozas Carrascal
Anexo a las naves ejecutadas en el año 2003, se realizó en el año 2013 una ampliación, para aumentar su capacidad productiva y dotarla de nuevos espacios.
Se completó la ampliación con la urbanización de las zonas ajardinadas de planta baja, que conducen al visitante, rodeado de arte, a El Mirador de Chozas Carrascal.
En el año 2018, basándose en el concepto primitivo de concepción de la bodega: que la actuación supusiera un mínimo contraste con los elementos preexistentes, se construyó esta ampliación totalmente soterrada, favoreciendo la conservación de una temperatura constante en su interior, aspecto fundamental para la conservación de cavas y vinos.
Posteriomente en el año 2019 se construyó el edificio de servicios con una zona de catas y trabajos en planta primera, mientras que en la planta baja se dispone de espacio para archivo y almacenaje.
La construcción se ha ejecutado conjuntando diversos elementos, acero, hormigón armado y muros de mampostería, conjugado con elementos más livianos de vidrio.