La realización de esta cava complementa el espacio de vinificación de la Bodega Chozas Carrascal.
Anexo a las naves ejecutadas en el año 2003, que podéis ver
aquí, se realizó en el año 2013 una
ampliación, para
aumentar su capacidad productiva y dotarla de nuevos espacios.
Se completó la ampliación con la urbanización de las zonas ajardinadas de planta baja, que conducen al visitante,
rodeado de arte, a El Mirador de Chozas Carrascal.
En el año 2018, basándose en el concepto primitivo de concepción de la bodega: que la actuación supusiera un mínimo contraste con los elementos preexistentes, se construyó esta ampliación totalmente soterrada, favoreciendo la conservación de una temperatura constante en su interior, aspecto fundamental para la conservación de cavas y vinos.
Dispone de un casetón de acceso, tanto peatonal como para vehículos de trabajo, estando el resto de la construcción bajo una zona ajardinada.
La edificación construida está destinada al proceso productivo como cava, y consta de una superficie de unos 600 m2.
La estructura se ha ejecutado en su totalidad de hormigón armado, trabajando este material con acabados de diferentes texturas.
La ampliación se comunica con la bodega existente utilizando como nexo de unión la plaza cubierta que articula los accesos a los diferentes espacios.
El acceso a esta sala se realiza a través de un mirador, desde dónde se observa la totalidad del espacio, rematado al fondo con el logotipo de Chozas Carrascal realizado en madera sobre un muro de hormigón de 5 metros de altura.
Como siempre es un placer colaborar en el desarrollo de la Bodega Chozas Carrascal, trabajar dónde se cuidan los detalles siempre es mucho más grato.